La habitación 401 de un viejo motel de la Diagonal 55 con 3 del barrio Bosques Calderón, de la localidad de Chapinero al oriente de Bogotá, fue escenario de terror tras presentarse el crimen de un joven de 25 años.

El cuerpo de la víctima quien está por identificar, se encontraba recostada en la cama, amarrada de pies y manos y sobre su cuello se encontraba una correa con la cual lo habían asfixiado. 

El terrible caso sucedió cuando dos hombres y una mujer se pusieron de acuerdo para ir a un hotel a consumir licor y alucinógenos. Los tres ciudadanos ingresaron al sitio de descanso y se alojaron en la habitación 401.

La celebración comenzó, se destaparon las botellas y la habitación se cubrió de un denso humo producto de la rumba que habían formado.

Las horas pasaron y de un momento a otro según testigos, al interior de la pieza comenzaron a escucharse gritos de auxilio lo que llamó la atención de la recepcionista.

La  mujer en medio del susto, de inmediato se comunicó con el cuadrante de la Policía que llegó rápidamente y una vez en la recepción, la empleada les indicó el lugar donde había escuchado a un hombre gritar.

Los guardianes del orden subieron lentamente y al llegar a la puerta de la recamara, procedieron a abrir la puerta, encontrándose de frente con el cuerpo del hombre en la cama sin vida.

De forma inmediata procedieron a la captura de la mujer y del hombre, quienes serían los implicados en el crimen del ciudadano. 

Una de las versiones se direcciona a que probablemente la pareja obligó al hoy occiso a que les entregara un dinero y al ver la negativa le quitaron la vida. Las pesquisas están en curso.