Un manto de duda envuelve el deceso de un joven de 17 años, de nombre J.M. Ospina estudiante de 11 grado de uno de los colegios de la zona. El menor de edad quien se destacó por ser muy callado, pero cariñoso con sus seres queridos, salió a realizar un trabajo y en la madrugada apareció sin vida.

J.M Ospina horas antes de su deceso, habló con su progenitora y le manifestó, que tenía que ejecutar una tarea y una vez se despidió de su mamá, abrió la puerta sin imaginar que nunca más volvería a su hogar.

Los minutos y las horas pasaron y el adolescente llegó donde el compañero, donde supuestamente se reunieron a realizar el trabajo del colegio. Según versiones, la madre lo llamó pasadas las 11:00 p.m. y no contestó, pensando que estaba dormido.

En la madruga volvió a llamarlo, pero contestó fue una unidad del CTI quien le manifestó, que él y otros compañeros estaban en el Hospital de Kennedy. La madre enseguida se desplazó al centro asistencial y allí fue donde conoció que su hijo había muerto.

Se pudo establecer por parte de las autoridades que el jovencito apareció muerto en forma extraña, en otra casa del barrio Dindalito de Kennedy al sur de Bogotá.