El caso ocurrió sobre las 3:21 de la tarde de este viernes en las instalaciones del principal centro hospitalario del departamento del Tolima, donde un joven recluso de la cárcel de Picaleña quiso escapar del lugar luego de lograr liberarse de la camilla donde estaba siendo atendido.

Según se pudo establecer, el joven había sido trasladado al hospital para recibir valoración médica por algunas afecciones en su estado de salud, pero el interno en medio de los exámenes de rutina al parecer se guardó un elemento metálico con el cual minutos más tarde logró violentar los cierres de sus esposas.

Una vez logró liberarse, el joven salió corriendo de la habitación, sin contar que en el pasillo estaba un guardián del INPEC quien de inmediato reaccionó y corrió para derribarlo. Instantes después llegó el otro funcionario de la cárcel y entre los dos procedieron a reducir al recluso.

Según se observó en las imágenes, el joven le pide a los guardianes Díaz y Pérez que le permitan respirar, toda vez que le están haciendo presión. Sin embargo, esta maniobra fue utilizada para poder reducirlo mientras le ubicaban las cadenas de los pies y le ponían las esposas en las muñecas.

Vale la pena señalar que al observar el estado de exaltación en el que se encontraba el joven, una profesional de la salud procedió que le aplicaran 15 milímetros de Midazolam, con el objetivo de causar somnolencia y aliviar la ansiedad del paciente.

Una vez lo controlaron, el interno fue llevado hasta las instalaciones de la habitación donde finalmente lograron ubicarlo en la camilla, para poder esposarlo a los barandales.

Previo a su trasladado a la habitación, una profesional de la salud solicitó que lo requisaran, para detectar si aún conservara el objeto metálico con el cual había logrado liberarse y con el cual podría haber agredido a algún funcionario del hospital o del INPEC.