Hasta las instalaciones de la Policía del municipio de Armero Guayabal llegó Daniel Felipe Cadena, recientemente condenado por el Tribunal Superior de Ibagué, tras ser hallado penalmente responsable de varias conductas punibles tras la investigación que lideró la Fiscalía General de la Nación. 

Según se pudo establecer, Cadena hizo su entrega voluntaria acompañado de su abogado, luego que se librara una orden de captura producto de la sentencia que fue proferida en su contra por los delitos de peculado por uso en concurso con ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios. 

Aunque el Juzgado Octavo Penal de Ibagué lo había absuelto de su responsabilidad, la Fiscalía decidió apelar la decisión obligando a que interviniera el Tribunal que en segunda instancia tumbó esa decisión y condenó a Daniel Felipe a la pena privativa de la libertad de cuatro años y cinco meses de prisión. 

Por tal motivo, se adelantaron las coordinaciones con el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelaria (INPEC), para poder trasladar a Cadena a las instalaciones de la cárcel de Picaleña. 

Todo se desprende de la situación que se registró en el año 2014, cuando la pista de aterrizaje del aeropuerto Perales fue utilizada para la realización de carreras ilegales, en las que participaron al menos 50 vehículos. 

Para evitar que las autoridades descubrieran lo ocurrido, Daniel Felipe amplió el zoom de las cámaras de seguridad al máximo, con el objetivo de distorsionar el material fílmico que al final los podría poner en evidencia sobre la utilización inadecuada de la terminal aérea. 

Ahora las actuaciones judiciales continuarán contra el alcalde de los ibaguereños, Andrés Fabián Hurtado, quien para la época de los hechos se desempeñaba como gerente del aeropuerto.