Presunto asesino del exconcejal de Herveo es un peligroso integrante del ELN
Con el fin de contrarrestar los delitos que afectan la seguridad ciudadana en el departamento, la Fiscalía General de la Nación - Seccional Caldas, en coordinación con la Policía Nacional,
impactó un grupo delincuencial que tenía atemorizados a los habitantes del Páramo de Letras en Manizales y algunos municipios de Tolima.
Siguiendo el direccionamiento estratégico de la Fiscalía General de la Nación, se adelantó la investigación que permitió la captura del presunto cabecilla de la estructura, identificado como Andrés Felipe Arango Ríos, alias el Comandante Danilo o Jerson.
Según la investigación adelantada desde 2019, este hombre estuvo recluido en la cárcel de Cómbita en Boyacá, por el delito de extorsión en otro proceso. Así mismo, se evidenció que desde allí habría continuado con las llamadas extorsivas, así como al mando de la organización.
Actualmente se encontraba en detención domiciliaria y al parecer no la cumplía. Fue así que en las últimas horas fue capturado en el barrio La Gaviota de Ibagué y al ser presentado en audiencias concentradas, el juez le impuso medida de aseguramiento intramural.
Un fiscal especializado ante el Gaula le imputó los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, extorsión agravada en concurso homogéneo; fabricación, tráfico o porte de armas de fuego y abigeato. Vale la pena señalar que el hombre no se allanó a los cargos.
El ente acusador cuenta con varias pruebas, entre ellas, interceptaciones telefónicas que evidenciarían las llamadas amenazantes que el hoy procesado al parecer le hacía a las víctimas, identificándose como integrante del ELN Bolcheviques del Líbano.
De acuerdo con las denuncias, se tiene registro de por lo menos 10 casos en los que estaría implicado.
Además, expuso el fiscal que Arango Ríos habría ordenado el homicidio de Ovidio de Jesús Salazar Valencia, a quien asesinaron con disparos de arma de fuego el pasado 2 de febrero, en la vereda Damas Altas de Herveo.
El detenido supuestamente tenía bajo su mando varios hombres trabajando en las fincas de la región, lo que le permitía conocer todos los pormenores de los propietarios, detalles familiaresy hasta financieros, para poder cobrar las extorsiones.
Estas personas serían las intermediarias de las amenazas.