Todo ocurrió a la altura del conjunto residencial Alameda, donde una pareja en moto llegó hasta el puesto de una vendedora de tintos, con intenciones que aún no son claras. 

Mientras sostenían una discusión, la pareja de la moto inició una serie de agresiones verbales, las cuales rápidamente se convirtieron en agresiones físicas y la destrucción de un puesto ambulante de venta de tintos y otros productos. 

Ante los daños causados por la pareja de la motocicleta, la vendedora ambulante y su compañero se salieron de control y fue ahí cuando se desató una verdadera batalla campal. 

Como si fuera un rin de lucha libre comenzaron a volar sillas y otros elementos, ambientados por los puñetazos y patadas que iban de lado a lado. 

Fue así que de inmediato llegaron integrantes de la Policía Metropolitana de Ibagué quienes trataron de mediar en la situación, pero la vendedora ambulante se encegueció y no paró las agresiones en contra de quienes le habían dañado su negocio no se detuvieron. Incluso la mujer tumbó la motocicleta de sus contrincantes y le causó serios daños. 

Previo a esto ya se habían utilizado armas blancas, de tal forma que los dos hombres inmersos en la situación resultaron heridos. 

Luego de varios minutos en los que muchos curiosos se detuvieron a observar la pelea, el tráfico vehicular por las dos calzadas de la carrera 5ª se detuvo por completo, causando un caos en la movilidad. 

Por todo lo anterior, al sitio tuvieron que llegar cerca de 10 uniformados de la Policía, quienes finalmente controlaron la situación y detuvieron a las cuatro personas que protagonizaron el hecho. 

Aunque no hay claridad sobre los motivos de la pelea, surgieron tres versiones, la primera indica que todo se originó por la compra de unos estupefacientes; la segunda porque la pareja de la moto supuestamente intentó robarle sus pertenecías a la mujer del puesto ambulante y la tercera un problema de pasional que involucraba a todas las partes.