Familia en riesgo por la creciente del río Magdalena pide ayuda para salvar su hogar

Tatiana Charry, madre de tres niñas de 8, 10 y 15 años, vive en una humilde ranchería en el sector de Puerto El Presidio, a orillas del río Magdalena. La creciente del afluente y la temporada de lluvias han puesto en peligro su hogar, amenazando su seguridad y la de sus hijas, quienes dependen únicamente de su esfuerzo diario para subsistir.
Tatiana trabaja en el río para sostener a su familia y, ante el riesgo inminente, ha hecho un llamado urgente a las autoridades locales, departamentales y nacionales en busca de apoyo. Su principal preocupación es garantizar un techo seguro para sus hijas, pues, a pesar de estar clasificada en el Sisbén A, asegura no haber recibido ninguna ayuda.

"Por la vida de mis hijas, nunca han venido a darme una ayuda. He visto personas que reciben casas y ni siquiera las habitan, mientras yo sigo luchando por un techo seguro para mis niñas", expresó con angustia. La madre de familia lamenta que su situación haya sido ignorada a pesar del evidente riesgo que enfrenta.
Además de la amenaza por la creciente del río, la falta de servicios básicos como agua y electricidad ha deteriorado aún más su calidad de vida. Ante esta difícil realidad, se ha visto obligada a enviar a sus hijas a casa de una vecina en el barrio Santa Lucía, donde pueden estar en un ambiente más seguro.
Con la llegada de nuevas lluvias, la incertidumbre y el temor aumentan. Cada año, la temporada invernal afecta a decenas de familias en zonas de riesgo en Honda, sin que se adopten medidas preventivas efectivas. Tatiana y muchas otras personas en su situación esperan respuestas y soluciones concretas antes de que ocurra una tragedia.
Desde Ecos del Combeima, hacemos un llamado a las entidades gubernamentales y organizaciones sociales para que atiendan esta situación y brinden el apoyo necesario. La gestión oportuna y la solidaridad pueden marcar la diferencia en la vida de quienes más lo necesitan.