Tras la denuncia realizada por Efrían Valencia, gerente del centro comercial La Estación, donde se advirtió de un presunto mal procedimiento por parte de los uniformados de la Policía Metropolitana adscritos al CAI del Éxito; el coronel Gabriel Bonilla, comandante de la Metropolitana, se pronunció y anunció la correspondiente investigación en el caso. 

Según el oficial, una vez conoció la inconformidad de los comerciantes procedió a ordenar las indagaciones correspondientes, para determinar si hubo alguna clase de omisión por parte de los uniformados que atendieron el caso. 

Y es que recordemos que todo se origina por la captura de varias personas que estaban ejecutando casos de hurto en establecimientos del centro comercial, de tal manera que fueron los vigilantes los que capturaron a estas personas. 

Sin embargo, según se ventiló, los propietarios del establecimiento donde estas personas fueron detenidas en flagrancia, al parecer no quisieron instaurar la correspondiente denuncia para que el proceso de judicialización tuviera un doliente. 

Así las cosas, el hecho de no haber sido los uniformados los que capturaron a estas personas y no tener el respaldo de una denuncia, los policiales aparentemente no tuvieron mayores datos para realizar el informe que permitiera que un fiscal los judicializar y por el contrario esta situación permitió que los ladrones fueran dejados en libertad. 

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Como si fuera poco, la novela de este caso aún no termina toda vez que por protocolo de bioseguridad, cada persona que es capturada debe ser sometida a un tamizaje a través de la correspondiente valoración médica  para establecer si es o no portador de COVID. 

Por lo anterior, esta redacción conoció de forma exclusiva a través de algunas fuentes en el hospital San Francisco, que la única mujer capturada en el procedimiento había sido diagnosticada con COVID-19 en el hospital Meissen de la ciudad de Bogotá, luego de presentar fuerte sintomatología asociada a la pandemia. 

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Según conoció la redacción judicial de Ecos del Combeima, la mujer venezolana había viajado a Ibagué un día antes de su captura, mientras aún debía estar en aislamiento por la condición positiva para coronavirus. En medio del chequeo médico, la mujer señaló que su hija actualmente presenta los mismos síntomas. 

En este orden de ideas, los vigilantes, los empleados de los locales comerciales donde estuvieron robando, sus compañeros de delito e incluso los mismos uniformados de la Policía podrían estar en riesgo, al haber tenido contacto directo con esta ciudadana que además de estar delinquiendo no guardó las medidas básicas de aislamiento para evitar multiplicar los contagios.