Este es el final de la historia de Carlos Landázuri, el habitante de calle rescatado en el barrio Parrales de Ibagué
Dalia Palacio, madre de Carlos Landázuri, el joven habitante en condición de calle de Ibagué que ha sido conocido por su historia de lucha contra la esquizofrenia, compartió recientemente un emotivo mensaje de agradecimiento a todas las personas que la ayudaron a trasladar a su hijo a un lugar más adecuado para su tratamiento. Junto a Carlos, quien padece esquizofrenia, Dalia viajó hasta Barbacoas (Nariño), un pequeño terreno donde había construido una casa de madera con la esperanza de proporcionarle un entorno tranquilo y seguro para su recuperación.
Carlos Landázuri, quien había sido reconocido en la comuna 5 de Ibagué por su figura atlética y su comportamiento errático debido a su enfermedad mental, ha pasado por una dura batalla en las calles, enfrentándose a las consecuencias de su esquizofrenia, que lo alejó de su familia y su hogar en Cali hace más de dos años. A pesar de su difícil situación, siempre fue descrito como un joven noble, que, a pesar de su condición, intentó salir adelante. Su madre, Dalia, había estado buscándolo incansablemente por distintas partes, hasta que recientemente supo que Carlos se encontraba en Ibagué.
La mujer compartió con los medios y su círculo cercano que recibió un apoyo invaluable de la Alcaldía de Ibagué, quienes le proporcionaron los pasajes para el traslado y le asistieron con los viáticos. Agradeció públicamente a los funcionarios de la Alcaldía, la registraduría y los periodistas que la ayudaron durante todo el proceso, resaltando el esfuerzo colectivo que hizo posible el traslado de su hijo a Barbacoas.
Dalia relató que la situación de su hijo había sido muy delicada, y que durante mucho tiempo luchó para conseguir los recursos necesarios para un tratamiento adecuado. Sin embargo, en su nuevo hogar en Barbacoas, ella espera que Carlos reciba la atención psiquiátrica y los medicamentos que necesita para su bienestar, y así empezar un proceso de recuperación en un entorno más adecuado.
A pesar de la ayuda recibida, Dalia compartió con tristeza cómo la falta de comprensión y apoyo en Cali, su ciudad natal, hizo aún más difícil su situación. Según ella, la comunidad local muchas veces no comprendió su situación y, en algunos casos, incluso la rechazaron. A pesar de estas adversidades, la madre se mostró optimista, agradecida y decidida a comenzar un nuevo capítulo en su vida con la esperanza de que su hijo recupere su salud, más aún tras el apoyo recibido en la ciudad musical.
Dalia, emocionada, agradeció públicamente a todos quienes han contribuido al bienestar de su hijo y a la oportunidad de brindarle un espacio más adecuado para su tratamiento en Barbacoas.