Comerciantes de los 'Willys Café' denuncian "intereses oscuros" tras el retiro de sus negocios
Los comerciantes de los icónicos 'Willys Café' de Ibagué alzaron su voz ante Ecos del Combeima para denunciar lo que califican como una "persecución" por parte de la Alcaldía, luego de recibir órdenes de desalojo de los puntos donde han operado durante años en el centro de la ciudad. Según afirmaron, podrían estar enfrentando un complot de “intereses oscuros” de funcionarios, quienes presuntamente buscan reemplazar sus negocios por otros emprendimientos.
En la transmisión en vivo, los vendedores expresan su preocupación por haber tenido acceso a un audio donde, supuestamente, se discute la instalación de otros puestos de negocio en los espacios que ellos ocupan. "Nos enteramos por 'un pajarito' de que funcionarios públicos quieren ocupar nuestros espacios para dárselos a gente de ellos", dijo una de los comerciantes afectados, quien aseguró que la situación los tiene consternados tras años de trabajo arduo en condiciones difíciles.
Juan Carlos Clavijo, otro de los comerciantes afectados, manifestó que las notificaciones de desalojo llegaron abruptamente entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, sin previo aviso ni socialización. “Simplemente nos dijeron que ya no podíamos trabajar, nadie nos ha dado explicaciones. Ahora nos enteramos que los módulos para los nuevos negocios ya están listos”, denunció, añadiendo que estas decisiones podrían estar motivadas por negociaciones que excluyan a los actuales ocupantes.
Por su parte, el director de Espacio Público, Jhon Ferley Amaya, respondió señalando que el desalojo de los vehículos es el resultado de una acción judicial en curso. “En virtud del cumplimiento de unas medidas cautelares decretadas por el honorable Tribunal Administrativo del Tolima en una acción popular que pretende la recuperación del espacio público, se tomó la decisión de recuperar los espacios que estaban siendo ocupados por algunos vehículos automotores que realizaban una actividad comercial con productos derivados del café”, explicó. Según Amaya, la decisión obedece al cumplimiento de un fallo judicial y no a la voluntad de la administración municipal.
Tatiana, otra comerciante, señaló que esta medida afecta directamente a familias que dependen económicamente de estos negocios, en su caso con dos hijos pequeños que sostiene gracias a su trabajo. “Nos humillamos al sol, al agua, y ahora nos quieren quitar todo para dárselo a personas con dinero y poder. No es justo”, expresó entre lágrimas, recordando promesas previas de apoyo por parte de la Alcaldía, que ahora se sienten traicionadas.
A pesar de los argumentos de las autoridades, los comerciantes insisten en que no han recibido alternativas claras para continuar con su actividad comercial. Piden que se les integre en una solución que permita regularizar su trabajo y convertirlo en un atractivo turístico y cultural, similar al apoyo que se da a iniciativas similares en otras ciudades del país.