Gracias a los permanentes controles adelantados por los guardias del INPEC,  en las ultimas horas se logró la ubicación de un ciudadano quien pretendía ingresar sustancias alucinógenas a las instalaciones del complejo carcelario y penitenciario de Picaleña. 

Fue así que al pasar al control con los perros antinarcóticos, los caninos dieron la señal positiva para sustancias alucinógenas, de tal forma que los guardianes procedieron a practicarle un registro personal, determinando que efectivamente este hombre tenía como objetivo camuflar enervantes para entregárselos a algunas personas allí recluidas. 

De este modo, en medio de procedimiento de rutina, se pudo establecer que Carlos Castro Gaviria llevaba 250 gramos de marihuana prensada, lista para ser comercializada. Según se conoció, la marihuana tenía como destino el pabellón de Justicia y Paz. 

Por lo anterior, en contra del detenido se adelanta el correspondiente proceso de judicialización, para que responda por la conducta punible de porte, tráfico y fabricación de estupefacientes.