Teniendo en cuenta la novela protagonizada por una funcionaria de la rama judicial quien al parecer contrató a un par de sicarios para cometer dos homicidios, los cuales supuestamente le permitirían retomar la relación que había culminado con su ex esposo y padre de su hijo. 

Por lo anterior, la Fiscalía después de dos días de audiencias lograron ejecutar la legalización de las capturas, imputación de cargos y obtener la medida de aseguramiento en el centro penitenciario y carcelario de Picaleña, en contra de Lilia Alberta Ospina Fuentes, María Alberta Fuentes Ortegón y José Ismael Ortegón Caicedo. 

Claro está que en el desarrollo de las audiencias judiciales se conoció sobre el fallecimiento en extrañas circunstancias de uno de los sicarios (José Raúl Vélez Torres), quien fue trasladado por sus familiares hasta el municipio de Granada en el departamento del Meta, donde le dieron cristiana sepultura a finales del mes de junio. 

En este orden de ideas, hay que señalar que al parecer desde el INPEC se informó de forma inicial, que el señor José Raúl Vélez falleció de forma inesperada producto de una aparente falla cardio respiratoria, sin embargo, el certificado de defunción emitido por Medicina Legal, señala que el hombre murió por causas violentas. 

De este modo, se ha pedido indagar sobre este episodio y determinar si su muerte tiene algún vínculo con el proceso en el que estaba vinculado y en el cual era pieza clave como testigo.