Con la detección de cerca de 500 casos de coronavirus el pasado domingo en el balneario de Sanya, en la isla de Hainan en China, las autoridades de ese país siguiendo con su estrategia de “Covid cero”, decidieron cerrar todos los lugares de ocio de la zona.

Así mismo, más de 80.000 turistas quedaron atrapados dentro de la isla conocida como el Hawái chino, luego de que se cancelaran todos los vuelos y trenes por parte de las autoridades.

La única forma de que los turistas puedan abandonar la isla será presentando cinco pruebas de COVID-19 realizadas en un período de siete días, indicaron las autoridades, además los hoteles de la ciudad deberán ofrecer a los clientes una reducción del 50% hasta que se levanten las restricciones, señaló un funcionario.

Por otro lado, se conoció que China podría comenzar a suavizar sus medidas, luego de que este domingo se acortara el período de suspensión de los vuelos internacionales que transporten pasajeros con COVID, lo que indica que el país podría suavizar pronto sus estrictos controles fronterizos.

Según un comunicado de la Administración de Aviación Civil (CAAC), los vuelos entrantes con a su bordo cinco casos positivos de COVID, o el 4% del total de pasajeros, se enfrentarán ahora a una suspensión reducida de una semana.

Anteriormente, si un avión transportaba cinco pasajeros infectados, todos los vuelos operados por la aerolínea responsable en la misma ruta se suspendían durante dos semanas.

China es la única de las potencias económicas del mundo que mantiene una estrategia de “cero covid”, con estrictos confinamientos y largas cuarentenas, donde sus fronteras también han permanecido en gran medida cerradas desde principios de 2020.