A solo una semana de que los estadounidenses definan quién será el próximo presidente, la contienda sigue reñida entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris. Con un empate técnico estimado en un 47 % de intención de voto para ambos, los candidatos centran sus esfuerzos en los estados clave que podrían decidir la elección: Michigan, Pensilvania, Georgia, Wisconsin, Nevada, Carolina del Norte y Arizona.

Esta contienda, calificada por muchos como una de las más cerradas en la historia contemporánea de EE. UU., ya ha registrado 43 millones de votos anticipados. Este lunes 28 de octubre, el presidente Joe Biden, quien ha sido una figura importante en la campaña de Harris, también emitió su voto, destacando la trascendencia de esta elección para el futuro del país.

Entre los votantes latinos, Harris mantiene una ventaja significativa, con un 53 % de apoyo frente al 37 % de Trump, según CNN. Este respaldo ha llevado a la candidata demócrata a reforzar su agenda con iniciativas enfocadas en temas relevantes para esta comunidad, en contraste con recientes declaraciones controvertidas en un mitin de Trump, donde el comediante Tony Hinchcliffe generó críticas al referirse despectivamente a Puerto Rico como "una isla flotante de basura en medio del océano".

Kamala Harris aprovechó el incidente para subrayar la importancia de Puerto Rico y su comunidad, afirmando que "los puertorriqueños merecen un presidente que vea e invierta en su fuerza". Algunas figuras republicanas también se han distanciado de los comentarios de Hinchcliffe, reconociendo la relevancia del voto latino y el impacto del incidente en la campaña de Trump.

Las elecciones del país norteamericano se perfilan como decisivas, no solo para definir al próximo presidente, sino también como un reflejo de las tensiones y el alto interés que estos comicios generan en la población estadounidense.