El hombre de 72 años fue ejecutado sobre las 11 de la noche, hora Colombia. En su voz se escuchó a una persona tranquila que esperaba con resignación la hora de su muerte, y durante la conversación, que no duró más de diez minutos, fue la sensación que quiso dejar en sus familiares.

“Lo bonito de la vida es que me recuerden con cariño y con amor”, le dijo a sus hijos a quienes repetía constantemente durante la conversación que estuvieran tranquilos y que no se preocuparan por él, “porque la comedia había terminado”.

¿Quién era Ismael Arciniegas?

“Voy al encuentro con Dios. Este es un viaje de felicidad y alegría, no de tristeza ni de llanto porque me voy a encontrar con mis familiares y con mis amigos que han dejado este mundo y que están en el más allá”, les dijo a los suyos.

Dentro de las cosas que les pidió a sus hijos fue que se esmeraran por tener una vida correcta, así como alejarse de los pecados y las cosas mundanas.

Ismael, que llevaba siete años detenido en China por haber llevado cuatro kilos de cocaína al país asiático, tuvo tiempo para orar con sus hijos y agradecer por su vida.

“Le agradezco a Dios por la vida que me dio… este es un paso más. Hagan obras, ayuden al prójimo”.

También le agradeció al gobierno o de China a los oficiales de policía que lo cuidaron en prisión. “No tengo nada que objetar ante su situación”, alcanzó a decir.

“Ya me están esperando. La cámara está abierta”, dijo antes de colgar y dirigirse al salón donde seria ejecutado con la inyección letal.

“Tranquilos que yo voy feliz…. Besos y abrazos”, fueron sus últimas palabras.

Nada pudo hacer la cancillería colombiana para evitar el final fatal de Arciniegas.

“Desde el momento de su condena, a través de varias gestiones diplomáticas originadas desde la Cancillería, del envío de notas diplomáticas, de gestiones del Embajador de Colombia en China, y ante el Embajador de China en Colombia, se solicitó reiteradamente se reconsiderara la pena impuesta y la suspensión de la ejecución (…) El Ministerio de Relaciones Exteriores continuará adelantando, hasta el último momento, gestiones al más alto nivel para lograr que se reconsidere esta decisión”, dijo en un comunicado emitido el lunes la cancillería.

En la actualidad hay 15.034 reclusos colombianos alrededor del mundo de los cuales el 56.7% se encuentran detenidos por delitos de narcotráfico, lo que equivale a 8.526 presos. En China hay cinco colombianos condenados a pena de muerte por este delito (tres sentencias ratificadas y dos en espera de la apelación), 10 a pena de muerte con suspensión por dos años, y 15 a cadena perpetua.