La alcaldesa de Natagaima, Astrid Pava, ha liderado varias mesas técnicas de concertación con líderes comunitarios y sectores afectados. Durante estos encuentros, se ha explicado que el cierre del relleno sanitario de este municipio no es una decisión viable en el corto plazo debido a factores técnicos y legales, como la licencia ambiental vigente hasta 2030, otorgada por la autoridad ambiental Cortolima, y ​​la capacidad del relleno, que aún supera el 50%.

"Entendemos las preocupaciones de la comunidad, pero cerrar este relleno sanitario y trasladarlo a otro lugar implica cumplir con exigencias del Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) y encontrar un nuevo sitio que cumpla con las condiciones técnicas, ambientales y sociales necesarias. Es un proceso complejo que no se puede resolver de la noche a la mañana", aseguró la mandataria.

El relleno sanitario tiene un carácter regional, ya que recibe residuos de varios municipios del departamento, lo que aumenta la importancia de esta infraestructura para la gestión de residuos en la región.

Como parte de los compromisos adquiridos, la administración de Natagaima está trabajando en un Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS) que incluye:

Fortalecimiento del reciclaje: Formalización de asociaciones de recicladores y promoción de la separación en la fuente.

Aprovechamiento de residuos orgánicos: Implementación de programas de transformación de materia orgánica para reducir los residuos que llegan al relleno.

Reducción del impacto ambiental: Inversiones en tecnología para el manejo de lixiviados, control de olores y revegetalización de las áreas afectadas.

Además, se ha solicitado el acompañamiento del Gobierno Departamental para elevar la discusión a un Puesto de Mando Unificado (PMU), donde se busca articular esfuerzos entre los municipios que utilizan el relleno y garantizar que cada uno asuma su responsabilidad en la reducción de residuos.

La mandataria de los natagaimunos, enfatizó que la solución a largo plazo radica en la corresponsabilidad de todos los actores. "Nuestro compromiso es reducir al máximo la cantidad de residuos que llegan al relleno. Estamos trabajando en programas de educación ambiental para que la comunidad también participe en esta tarea. Entre menos residuos lleguen, menor será el impacto".

Por su parte, los líderes comunitarios han solicitado mayor celeridad en la implementación de estas medidas y el cumplimiento de los compromisos adquiridos.

Las mesas de diálogo continuarán en los próximos días, buscando construir consensos que beneficien tanto a la comunidad como al medio ambiente, garantizando una gestión de residuos responsable y sostenible para la región.