Yoko, el gran Simio que viajó de Colombia a Brasil

En una gran operación denominada Arca de Noé, desde Pereira a Bogotá y luego a Sao Paulo, Brasil, fue el recorrido que hizo Yoko, el último gran simio que quedaba en Colombia y que habitaba en el bioparque Ukumarí desde 2018.
En ese traslado que contó con todas las condiciones, participaron Avianca, el bioparque Ukumarí, la Fuerza Aeroespacial Colombiana, Ministerio de Ambiente, el ICA, la Secretaría de Ambiente de Bogotá y otras instituciones que hicieron lo posible para que el chimpancé tenga otro hábitat natural.
“El último gran simio que queda en nuestro país, hacia el santuario de Sorocaba, en Sao Paulo, Brasil, que está dirigido por el proyecto Gran Simio, los mejores primatólogos del mundo”, explicó la senadora Andrea Padilla.

Su historia
Yoko siendo un bebé fue capturado por traficantes y luego vendido a un mafioso que lo sometió a un cruel proceso de impronta (habituación a conductas humanas). El narcotraficante murió y Yoko fue incautado en Cúcuta en un circo local luego de que fuera visto en un contenedor en condiciones físicas y emocionales difíciles.
Una vez que fue incautado, lo trasladaron a un hogar de fauna en Cali y allí, la autoridad ambiental decidió ubicarlo en el bioparque Ukumarí en junio de 2018.
“Con la salida de Yoko radicaremos el proyecto de ley Yoko, que tiene tres propósitos. Colombia, que se declare como el primer país en el mundo libre de grandes simios en cautiverio, reconociéndoles a estos animales tres derechos fundamentales, a la vida, a la libertad y a vivir libres de sufrimiento físico y mental; y prohibir la entrada de nuevos animales de especies exóticas que no tienen nada que hacer en nuestro país porque sus áreas de distribución son en otros territorios como África. Nada tiene que hacer en Colombia una jirafa, un elefante o un león”, confirmó la senadora.
Hoy Yoko, a sus 38 años de edad, tendrá otro estilo de vivir y podrá socializar con otros 47 individuos de su especie que también sufrieron violencia.

“Un sueño que se hace realidad tras más de un año de larguísimo, difícil, complejo y minicioso trabajo interinstitucional y diplomático”, reconoció.
Y concluyó que: “Aquí nos corresponde proteger a los animales endémicos y conservar las especies nativas”.