La contralora del Tolima, Carolina Giraldo, se refirió a la polémica generada por la asistencia de un trabajador del ente de control a una fiesta barretista.

Se trata de Raúl Caballero, director de Control Fiscal de la Contraloría Departamental, quien fue visto en la ostentosa reunión de despedida de fin de año realizada en el Cañón del Combeima.

A la fiesta asistieron varios alcaldes vinculados a la estructura política del senador Óscar Barreto, los mismos que Caballero debe vigilar en su rol dentro la entidad.

Ante las críticas que ponen en duda la independencia de la Contraloría, Giraldo negó que las actuaciones del ente de control puedan estar influenciadas por sesgos políticos. Como prueba, mencionó los resultados de auditorías correspondientes a la vigencia 2023, los cuales fueron presentados en una reciente rueda de prensa.

"Con mi equipo de trabajo que está apoyándome y que gozan de mi confianza, somos neutrales y trabajamos bajo todos los instrumentos que tienen las contralorías territoriales", afirmó Giraldo.

Finalmente, sobre la presencia de Caballero en la reunión, la contralora enfatizó que no puede interferir en la vida privada de sus funcionarios ni en sus decisiones personales.

"No tampoco puedo meterme en el tiempo privado de mis funcionarios o donde quieren asistir", concluyó.