Mauricio Ortiz: Entre el regaño del Partido de la U y las puyas a Andrés Fabián Hurtado
En un giro inesperado, el directorio nacional del Partido de la U dejó claro mediante un comunicado que Porras será la vocera oficial del partido y la encargada de tomar decisiones estratégicas.
El exalcalde de El Espinal, en su mensaje, señaló que acata las órdenes por respeto a las normas, pero lamentó que el partido ya no sea el mismo de antaño, cuando su liderazgo estaba marcado por figuras como el senador Carlos Edward Osorio o las estructuras construidas por los Yepes. En sus palabras, dejó entrever dudas sobre "nuevos liderazgos" que, según él, han llegado a la colectividad sin haber construido partido y que ahora toman decisiones fundamentales.
Aunque no lo mencionó directamente, las críticas parecen estar dirigidas a Andrés Fabián Hurtado, quien en su momento anunció ser el “gestor, promotor y decisor” del partido en la región. Ortiz no escondió su malestar frente a lo que calificó como un cambio de paradigma que desconoce los cimientos históricos del partido.
Además de su descontento interno, hay rumores de que el distanciamiento entre Ortiz Monroy y el partido podría estar relacionado con su cercanía a sectores del barretismo y la gobernadora del Tolima, quienes han demostrado afinidad con el asambleísta en sus más recientes apariciones públicas. Este acercamiento habría generado desconfianza en el directorio del Partido de la U, que decidió aplicar un "freno de mano" para evitar que el integrante de la Duma Departamental pierda la línea de la colectividad.
Con esta decisión, Porras de Yepes toma las riendas del Partido de la U en Tolima, un movimiento que marca un quiebre entre las figuras tradicionales y los nuevos liderazgos emergentes. Mientras Ortiz intenta mantener su influencia en la región, su postura pública refleja una lucha por mantenerse relevante en un escenario político cambiante.
Este episodio deja en evidencia las tensiones internas en el Partido de la U, donde los liderazgos tradicionales enfrentan el desafío de reinventarse frente a las dinámicas de poder impuestas por la renovación política. ¿Será este el principio del fin para Mauricio Ortiz Monroy dentro del partido, o logrará sortear este capítulo y mantener su relevancia? Solo el tiempo dirá.