Mucho contenido, poca acción: el vacío silencioso de nuestras aulas ¿Y si comenzamos a educar para emprender desde el colegio?

En cada conversación sobre desarrollo productivo en Ibagué y el Tolima, hay una palabra que se repite: emprendimiento. Se habla de programas, de ferias, de incentivos y de financiamiento. Y sin duda, todas esas acciones son valiosas. Pero si queremos una verdadera transformación, ¿no deberíamos empezar mucho antes? ¿Y si el camino no comienza en la adultez, sino desde las aulas de clase?
Emprender no es solo montar un negocio ni pensar en que idea “innovadora” tendremos para “montar empresa”. Emprender es una forma de pensar, de actuar, de resolver, de asumir la vida con creatividad, resiliencia y sentido de propósito. Es tener la capacidad de transformar una idea en una solución, un problema en una oportunidad. Y esa forma de ver el mundo se aprende. Se cultiva. Se entrena. Por eso, educar para emprender desde el colegio no es una propuesta “bonita”: es una necesidad urgente si realmente queremos una generación más preparada para el presente y para el futuro.
En Ibagué, como en muchas regiones del país, la juventud enfrenta grandes desafíos. El DANE reportó que en 2023 la ciudad tuvo una tasa de desempleo juvenil del 20,7%, una de las más altas del país. Muchos jóvenes terminan su educación media con un título, pero sin herramientas reales para enfrentarse a un entorno cambiante, competitivo y con pocos espacios de vinculación formal. ¿Y si desde los primeros años de escolaridad comenzáramos a formar en habilidades como liderazgo, innovación, pensamiento crítico, trabajo en equipo y solución de problemas?
Existen experiencias exitosas en otras ciudades e incluso en algunos rincones de nuestra región. Instituciones que han comenzado a incluir proyectos de aula basados en retos reales de la comunidad, talleres de prototipado, DemoDay escolares de emprendimiento, y actividades que promueven el trabajo interdisciplinario. Son semillas que están germinando. Pero aún falta voluntad, articulación y visión para que esto sea una realidad sistémica y no una excepción.
No se trata de reemplazar las materias tradicionales, sino de conectarlas con la vida real. Las matemáticas pueden usarse para costear un producto. El lenguaje puede fortalecer la comunicación de ideas. La tecnología puede ser aliada para crear soluciones locales. El arte puede transformarse en modelos de negocio cultural. Cuando el conocimiento cobra sentido, el aprendizaje florece.
Además, educar para emprender también fortalece el sentido de pertenencia. Cuando un niño o una niña entiende que su idea puede tener valor, que puede crear algo para mejorar su barrio, su familia o su escuela, se despierta un vínculo emocional con su entorno. Y una ciudad con jóvenes comprometidos, es una ciudad con futuro.
Esta tarea no depende solo del sistema educativo. Requiere el compromiso del sector privado, del liderazgo institucional, de los emprendedores que ya recorren el camino y pueden inspirar a otros, y por supuesto, de las familias. Porque educar para emprender es sembrar posibilidades, pero también valores: responsabilidad, empatía, disciplina, respeto.
Ibagué ya está dando pasos importantes en la promoción del emprendimiento. Ahora el reto es mirar más a fondo y más temprano. Es hora de preparar no solo emprendedores del futuro, sino ciudadanos activos desde ahora, capaces de aportar a su ciudad desde la creatividad, la acción y el propósito.
Por eso, educar para emprender desde el colegio es formar seres humanos que entienden que tienen algo que aportar. Que pueden ser parte activa de las soluciones, más allá de si algún día abren una empresa o no. Es enseñarles que su voz, sus ideas y su capacidad de actuar pueden transformar su realidad, sin importar su edad, su contexto o los recursos con los que cuenten. Porque un emprendedor no nace cuando monta un negocio; nace cuando empieza a creer que puede hacer algo por su entorno.
¿Qué pasaría si dejáramos de preguntarle a nuestros niños qué quieren ser cuando grandes y empezáramos a preguntarles qué problema quisieran ayudar a resolver desde hoy?