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La calidad del aire en Colombia sigue siendo una amenaza para la salud pública

Las fuentes de contaminación siguen sin control, incluyendo el transporte vehicular, la industria y los incendios forestales, lo que requiere medidas urgentes del Gobierno.
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Greenpeace Colombia hace un llamado a las autoridades nacionales y locales para que adopten medidas contundentes que protejan a la población.
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Nathalia Angarita/Greenpeace
14 Mar 2025 - 8:29 COT por Alfonso Aya Roa

La contaminación del aire en Colombia continúa representando un grave riesgo para la salud de la población, según un reciente Informe Anual sobre la Calidad del Aire en el Mundo de IQAir, una empresa de monitoreo que colabora con individuos, organizaciones y gobiernos a través de información, colaboración e intervención.

Aunque el país ha mostrado una leve reducción en la concentración promedio de material particulado fino, PM2.5, ninguna de las ciudades colombianas incluidas en el reporte cumple con los estándares de calidad del aire establecidos por la Organización Mundial de la Salud, OMS.

En los primeros meses del año 2024, ciudades como Bogotá, Medellín, Envigado y Bello enfrentaron picos críticos de contaminación atmosférica debido a la combinación de factores meteorológicos, alta densidad vehicular, incendios forestales y emisiones industriales. En marzo, estos niveles alcanzaron valores alarmantes, con ciudades como Bello y Envigado registrando concentraciones superiores a 30.0 µg/m³, más de seis veces el límite recomendado por la OMS.

“Respirar aire limpio no debería ser un privilegio. La contaminación atmosférica es una crisis silenciosa que está enfermando gravemente a miles de personas en Colombia y requiere una acción inmediata”, afirmó Laura Caicedo, Coordinadora de Campañas para Greenpeace Colombia. 

“Si bien ha habido una leve disminución en la concentración promedio de PM2.5 en el país, esto no es suficiente. Los niveles siguen siendo peligrosos, con un impacto particularmente alto para menores de edad, personas gestantes y adultos mayores. Necesitamos políticas urgentes y ambiciosas para reducir la contaminación y proteger la salud pública.”

Según el informe, la concentración promedio anual de PM2.5 en Colombia se ubicó en 13.8 µg/m³, evidenciando una leve mejoría. Sin embargo, la contaminación sigue siendo crítica en muchas ciudades, con un agravamiento en marzo debido a inversiones térmicas y otros factores meteorológicos.

A estos factores locales se suman desafíos transfronterizos, como la llegada de emisiones provenientes de incendios forestales en la región y gases volcánicos. Estas dinámicas hacen urgente la implementación de políticas más estrictas, incluyendo el fortalecimiento del monitoreo de la calidad del aire y la transición hacia modelos de movilidad y producción más sostenibles.

Greenpeace Colombia hace un llamado a las autoridades nacionales y locales para que adopten medidas contundentes que protejan a la población, entre ellas:

La reducción progresiva de vehículos altamente contaminantes y el impulso a sistemas de transporte público eléctricos y sostenibles.

Regulaciones más estrictas para la industria y mejores controles sobre las fuentes de emisiones.

Estrategias efectivas de prevención y respuesta ante la temporada de incendios forestales.

Programas de monitoreo ambiental más amplios y accesibles para la ciudadanía.

“La contaminación del aire no es un problema aislado, es una amenaza directa a la salud y la vida. Colombia debe actuar con decisión para garantizar un futuro donde respirar no sea un peligro”, concluyó Caicedo.