Desde que las llamas consumieron gran parte de los locales cercanos a la Plaza de la 21 y la calle 19, las estructuras dañadas se han convertido en un lugar ideal para el hurto de materiales y el consumo de drogas. No solo se roban el hierro expuesto por el incendio, sino que también intentan colarse en los locales aledaños para perpetrar robos. Kevin Patiño, comerciante de la zona afectada, nos expresa:

Durante un tiempo, la policía mantuvo presencia en el área, pero la situación sigue empeorando. Los robos son cada vez más frecuentes, y los pocos negocios que aún permanecen en la cuadra han reportado daños en sus locales debido a los constantes intentos de robo. 

El modus operandi de los delincuentes consiste en ingresar por la parte trasera de los locales, atravesando las estructuras dañadas por el incendio. Desde allí, derriban las paredes con herramientas para acceder a los establecimientos y proceder al robo. También intentan ingresar por el techo de lámina. Manuel Aragón propietario de un local de mayoreo nos comenta: 

Varios comerciantes han decidido mudarse a otros locales dentro de la Plaza de la 21, pero alegan que, debido a esta situación, sus ventas han disminuido considerablemente. Se hace un llamado urgente a la alcaldía para que tome acciones frente a esta problemática.