"Ya no hay amortiguador que dure": conductores de Ibagué sobre el crítico estado de las vías
Un conductor de taxi en Ibagué expresó su frustración por el deterioro de la malla vial y las múltiples problemáticas que afectan la movilidad y la calidad de vida en la ciudad. En su testimonio, denunció que el mal estado de las calles y la falta de gestión han convertido su trabajo diario en un verdadero desafío.
El conductor destacó las dificultades para transitar por glorietas e intersecciones clave, como las de Presto, Piedrapintada y la 37 con Quinta, debido a los enormes huecos que complican el flujo vehicular. "Uno se demora entre 5 y 10 minutos solo para pasar, por la cantidad de carros y los espacios estrechos", explicó.
También mencionó zonas críticas como el puente del Combeima y la 25 con Tamaná, donde el pavimento ha sido prácticamente destruido por el agua y el abandono. Estas condiciones generan largas filas de vehículos y afectan gravemente la movilidad.
El deterioro de las vías no solo prolonga los tiempos de desplazamiento, sino que también ocasiona daños frecuentes en los vehículos. "Ya no hay amortiguador que dure", lamentó el conductor, quien señaló que deben reemplazar constantemente piezas como suspensión y amortiguadores. Estos gastos adicionales incrementan los costos de mantenimiento y reducen las ganancias, impactando directamente el sustento de quienes trabajan en el transporte.
Otro problema crítico se vive en sectores como El Salado, donde el desorden vial es evidente. "Las busetas paran en cualquier lugar", denunció, explicando que la falta de regulación y control agrava el caos vehicular. Según el conductor, transitar por esta zona se ha vuelto casi imposible, generando estrés y pérdidas de tiempo para los conductores.
A estas problemáticas se suma la acumulación de basura en las calles. Según el taxista, esto ocurre debido al incumplimiento de los horarios de recolección y a la falta de personal en el sistema de aseo. "Por todos lados hay basura regada", afirmó, indicando que las personas en condición de calle contribuyen al desorden al esparcir los residuos mientras buscan comida o materiales reciclables.
Finalmente, el conductor concluyó su denuncia cuestionando la gestión de las autoridades locales: "Ibagué es una ciudad que, en este momento, parece que no tuviera quien la mande o la saque adelante", expresó con evidente indignación.