El “gota a gota” le cobra más de 10 veces la tasa de usura a las personas y casi 22 veces más a las empresas
En Colombia, el sistema financiero y el mercado de crédito se han venido transformando con la aparición de nuevos actores como las Fintech y el uso de la tecnología. Sin embargo, el país aún se enfrenta a un reto enorme: alrededor del 65% de los colombianos no pueden acceder a un crédito.
En este contexto, Colombia Fintech, en colaboración con ANIF, realizó un estudio sobre los cambios en la metodología de la tasa de usura y su impacto en la inclusión financiera, con un enfoque en el desarrollo económico sostenible que incluyó una encuesta sobre la Tasa de Endeudamiento Real en el país.
La encuesta que incluyó a 1.221 hogares y 1.009 MiPymes, proporciona una visión clara de las dinámicas de endeudamiento y los factores que influyen en el acceso al crédito formal e informal.
Las recomendaciones de política pública presentadas en este estudio forman parte de la hoja de ruta estratégica de Colombia Fintech, basada en la tríada de la inclusión financiera revelada durante el Latam Fintech Market 2024.
Esta estrategia busca impulsar la liberalización de tasas de interés, la democratización del acceso a los datos financieros y la implementación de pagos en tiempo real como pilares para dinamizar el crédito formal y reducir la dependencia de mecanismos informales.
De acuerdo a David Vélez, fundador y CEO de Nubank “las cifras del estudio de ANIF muestran claramente la exclusión que ha causado la tasa de usura en las poblaciones más vulnerables: casi 4 de cada 10 colombianos de bajos ingresos recurren a prestamistas informales pagando tasas hasta del 360 %.
La tasa de usura tiene que ser revisada porque es el tipo de política pública que se crea con buenas intenciones pero termina perjudicando significativamente a los que trata de ayudar. En este caso, casi la mitad de los colombianos terminan pagando intereses exorbitantes sin ninguna ley que los proteja”.
Inequidad
Los resultados muestran una realidad preocupante: el acceso al crédito en Colombia es profundamente desigual e inequitativo. A pesar de que los bancos son los prestamistas más comunes entre las personas, 35.8 %, a medida que disminuye su nivel de ingresos, aumenta su dependencia en fuentes de financiación informales como el “gota a gota” y familiares y amigos. Con las empresas el panorama es similar: a medida que disminuye el tamaño de la empresa, aumenta la participación de mecanismos informales.
El endeudamiento promedio en los hogares colombianos alcanza $10.300.000, donde el peso de los esquemas informales es alto. De ese total, los bancos financian el 34 %, lo que equivale a unos $3.500.000; los familiares y amigos aportan el 15.4 %, aproximadamente $1.600.000; y el gota a gota representa un preocupante 12 %, es decir, cerca de $1.300.000 por hogar.
En esta encuesta también se encontró información sobre el bienestar financiero de los colombianos. Alrededor de 1 de cada 3 personas en Colombia destina más del 30 % de su salario al pago de deudas poniendo en riesgo su estabilidad financiera.