El director de Justicia Municipal, Carlos Augusto Gómez declaró que se está generando una grave problemática en ese sentido, pues los estancos 24 horas, donde sólo se debería vender licor, se están convirtiendo en un centro de llegada de autos y personas luego de las 3 de la mañana, donde se sigue con la fiesta los fines de semana.

“Hay un problema de orden público las madrugadas de los días sábado y domingo” explicó Carlos Augusto Gómez, quien ha venido liderando un nuevo programa de operativos para evitar este comportamiento que está afectando a las persona que viven cerca a los estancos que están ubicados en zonas residenciales, donde la música y las riñas callejeras perturban el sueño de los vecinos de este tipo de establecimientos.

“En estos lugares se está consumiendo licor. Ellos pueden vender pero no para consumo en el lugar” explicó el director de Justicia asegurando que se necesita una medida más radical en este sentido y que urge atención de la Secretaría de Gobierno para dar solución a la problemática y garantizar la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos.

Aunque en Ibagué no está prohibido ingerir bebidas alcohólicas en la calle, Gómez argumenta que es necesario hacer un control de intervención en las licoreras y estancos para restringir el consumo de licor en las mismas, pues se conoce que muchas ponen música a alto volumen e incluso, ponen sillas afuera para que las personas no se sienten en los andenes.