Con el arranque del mandato de Guillermo Alfonso Jaramillo se puso en marcha la implementación de los carriles exclusivos para bicicletas en la ciudad de Ibagué, una iniciativa que desde la misma campaña del hoy Alcalde de los ibaguereños prometía convertirse en una solución saludable ante la crisis de movilidad que afecta esta capital.

No obstante, la evidente improvisación a la hora de implementar las vías que se suponía iban a ser de uso exclusivo para quienes optan por ese medio de transporte (las biciletas), terminó siendo apenas un 'abre bocas' de uno de los tantos 'descaches' que ha tenido el gobierno local.

Apenas unos tarros de pintura representaron el 'arsenal' de esta administración para llevar a cabo la realización de ese proyecto, en el que únicamente se limitaron a demarcar una línea a uno de los costados de las principales carreteras de la ciudad, como si eso fuera suficiente para que los vehículos respetaran la zona de los ciclistas.

Sin señalizaciones verticales y sin separadores, el carril de las bicicletas ha pasado desapercibido, y más que representar una alternativa sana de movilidad se ha convertido en uno de los mayores 'parqueaderos públicos de esta capital'.