Una de las virtudes de un verdadero líder es asegurar un clima laboral eficiente para sus colaboradores, empezando por el cubrimiento de sus necesidades básicas: alimento, agua, calor, abrigo y sueño  (Maslow, citado por Koontz, et. al. 2012, p. 391), las cuales por supuesto en su modelo de gestión parecen no tener asidero con su particular estilo de dirección. No podemos aspirar en este momento los funcionarios de la Universidad el Tolima a nada que supere la primer jerarquía del modelo de Maslow, pues ni siquiera como lo acabo de puntualizar estamos satisfechos con el primer eslabón y que de hecho para nosotros en este momento son solo utopías. Pero en medio de este panorama tan oscuro al que usted y su equipo directivo nos han llevado, me preocupa el estado de conformismo que se ha entronizado en cada uno de nosotros, parece ser que estuviéramos muy satisfechos con este estado de zozobra que usted y yo no habíamos conocido de la Universidad del Tolima en 30 años que la conocemos.

No puedo pasar por alto su balance financiero de "optimismo" que nos envió hace un par de días, para significar como se habían reducido significativamente los gastos en el último año. Profesor Muñoz aprendí hace mucho años de un colega Economista que el "ahorro es la negación de una necesidad" pero al parecer usted también ya había aprendido esa lección. Yo como líder de un proceso u organización no sería capaz de presentarles a mis colaboradores un exabrupto de esas proporciones, indicando como reduje los gastos sacrificando la filosofía de una institución de educación superior, como son la capacitación y socialización del conocimiento por parte de sus docentes. Claro tampoco ha contratado más "CPS" porque al contrario de las épocas de bonanza que usted disfrutó como ningún otro rector en la historia de la institución, ahora no tiene los recursos para hacerlo, porque tengo la absoluta seguridad que lo hubiera seguido haciendo. Esas "economías" de su administración me hacen reflexionar sobre qué impacto podría tener en mi salario, si a mis hijos en vez de darles tres comidas les diera solo dos o los sacara del colegio, o no les diera lonchera, o no pagara la cuota de mi apartamento; por favor profesor Muñoz de la manera más respetuosa lo invito a que nos respete, sino como sus colegas por lo menos como simples ciudadanos del común.

Otra de las virtudes de un líder es la toma de decisiones, por ahí dicen que para eso les pagan y les dan poder, para que diseñen planes, políticas, estrategias, etc, que permitan proyectar el crecimiento de sus organizaciones y no por el contrario sepultarlas que es lo que usted está haciendo con el principal patrimonio de los tolimenses. Usted ha tenido la oportunidad de tomar decisiones desde hace mucho tiempo para reorientar la hecatombe que usted mismo generó, pero ha sido inferior a ese compromiso, a cumplir una de las funciones básicas de un directivo (Simon, Drucker, Mintzberg), Bástese recordar que usted conocía la crisis desde hace mucho tiempo y sin embargo la ocultó pensando más en los réditos electorales, que en los más caros intereses de una institución que a usted y a mí nos ha dado todo. Me había abstenido de terciar en este debate pero la fuerza de las circunstancias me exige no pasar por alto más sin razones y seguir en la crítica argumentada y ante todo respetuosa ante los graves problemas de todo orden que afectan a nuestra universidad.

Con todo respeto y consideración,

GERMÁN RUBIO GUERRERO, PhD.

Docente de planta de la Universidad del Tolima