Afirman que no son personas dedicadas a actividades ilícitas y son universitarios, profesionales, comerciantes y personas de bien que no generan desmanes ni son una amenaza para la sociedad como lo han querido hacer ver.

“Hace más de diez años que practicamos los piques de autos en Ibagué y lo que pretendemos es que las autoridades y el gobierno municipal no nos vean como una amenaza, generadores de disturbios o como un peligro para la comunidad, tenemos nuestro reglamento interno y cualquiera no puede participar en estas competencias”, dijo Jean Paul Vargas.

Afirmó que el escenario del que ellos han apropiado es en el sector de la variante de Ibagué debido a que no cuentan con una pista o un sitio que sea ideal para ellos; además dijo que no se le permite a ningún competidor participar en estado de embriaguez, bajo la influencia de sustancias alucinógenas y que tampoco se acepta la presencia de menores de edad en la cita que cumplen todos los jueves.

“Las cosas no son como las pintan, acá hay abogados, ingenieros, arquitectos, toda clase de profesionales y  personas de bien, buscamos sitios donde no haya alto volumen de tráfico de vehículos y personas, esos son los que aprovechamos para realizar las carreras, además no se hacen apuestas de dinero porque donde hay dinero hay problemas y por eso no lo permitimos dentro del reglamento interno que tenemos”, agregó el señor Vargas.

Dijo que ellos quieren abrir un puente de dialogo con la administración municipal para buscar puntos de acuerdo y se les permita tener un escenario para practicar y sacar adelante su afición por los autos y la velocidad y que no se siga estigmatizando la actividad donde asisten cada ocho días en promedio 120 personas; agrega que mientras en otras ciudades como Barranquilla o Medellín se la permite, acá los tratan como antisociales.

Afirman que otro caso es el que se da con los ‘Piques’ de motocicletas, a los cuales muchas veces llegan jóvenes que no cumplen con ciertos parámetros de comportamiento y esto se convierte en generador de disturbios pero también debe haber atención y dialogo con las autoridades que les  corresponda.