Más allá de la tradición religiosa que tienen, los elementos de arte que evocan santos y figuras representativas de la Iglesia católica se pueden emplear como accesorios decorativos ideales, sin importar la época del año, aunque especialmente apetecidos en estos días de Semana Santa.

Es una tendencia que para algunos decoradores como Fernando García no pasa de moda y puede despertar sensaciones de paz, tranquilidad y protección. "Son piezas de gran valor artístico que permanecen vigentes", asegura.

Además de la belleza natural que tienen, este tipo de elementos se encuentran en diferentes tamaños, materiales y precios, y pueden lucir en ambientes rústicos, con antigüedades o en espacios modernos.

La elección y la adecuación dependerán del gusto personal, aunque se recomienda no poner muchos para que la casa no parezca un templo.

Para conseguirlos no hay que ir muy lejos, se encuentran en diferentes tiendas e, incluso, García recomienda buscarlos en anticuarios, donde se conseguirán algunos de antaño y otros que fueron parte de santuarios religiosos.

Otra opción es visitar lugares como el Apostolado Litúrgico, donde hay obras de arte elaboradas por las hermanas Pías, objetos italianos y otros de fabricación nacional.

Todas piezas que pueden verse bien en rincones de la sala, la entrada de la casa o los cuartos. Las más comunes son la Sagrada Familia, la Virgen y el Niño Jesús. Lo más importante es tratarlas con el respeto y la devoción que merecen.