Pese a que desde hace tres años la administración municipal tiene listo el texto del decreto que fija el polémico toque de queda para menores de 18 años después de las once de la noche, todavía la medida no se ha podido expedir formalmente este acto administrativo porque Ibagué no cuenta con un lugar adecuado donde conducir a los infractores.

"Consideramos que esa decisión no se puede aplazar más. Vamos a pedirle al ICBF que prepare un lugar con las condiciones que se requieren para quienes infrinjan la norma. Con mucha frecuencia los menores están involucrados en peleas por el consumo de alcohol o sustancias psicoactivas de tal manera que lo que se busca es evitar este tipo de casos", indicó Amaya al defender esta medida.

La idea del gobierno municipal es que a la mayor brevedad se expida este decreto con el que Ibagué busca reducir el índice de delincuencia juvenil, uno de los mayores problemas sociales que afectan a la ciudad.