Se trata de una nueva especie de orquídea encontrada por Milton Rincón González, estudiante de décimo semestre del programa de Biología y el Ingeniero Forestal, Boris Villanueva, quien se desempeña como auxiliar del laboratorio de dendrología de la UT. Juntos, en el sector del Consejo Comunitario Bajo Calima, en donde se encuentra ubicado el Centro Forestal Tropical “Pedro Antonio Pineda”, hallaron esta nueva especie en una de las exploraciones botánicas que se vienen adelantando por parte de dicho laboratorio en diferentes ecosistemas de Colombia, en las cuales se buscar ampliar el conocimiento de la diversidad florística del país. La publicación de esta nueva especie se hizo  a través de la revista digital Icones Orchidaceraum del Herbario AMO de México y contó con el apoyo de la profesora Elizabeth Santiago.

“Epidendrum Ceticaudatum” es el nombre que se le ha dado a la nueva orquídea, lo cual en Latín traduce “cola de ballena”, ya que su flor se asemeja a la cola de las ballenas Yubartas quienes visitan el pacifico y la ciudad de Buenaventura anualmente. Dentro de las características de la orquídea hallada, se encuentra que parte de su estructura es una burbuja líquida, y el tamaño de su flor oscila entre 1 centímetro y medio y 2 centímetros. Según los investigadores, florece de forma erecta en su nacimiento y cae en forma de péndulo en el final  y se da el transcurso de todo el año.

Los estudios taxonómicos con la orquídea tardaron alrededor de seis meses, pero ya en el tercer mes, los investigadores de la UT, se dieron cuenta que era una especie nueva. Este proceso se dio realizando comparaciones con otro tipo de orquídeas de forma detallada, con el fin de analizar si en realidad se trataba de un nuevo descubrimiento. En este caso, hubo que hacer un análisis comparativo exhaustivo con una especie de orquídea que se encuentra en algunos países de Centroamérica como Costa Rica y Nicaragua, sin embargo el análisis arrojó que se trataba de una especie totalmente diferente y que en efecto representaba un nuevo hallazgo. A partir de allí, el proceso para publicar la nueva especie encontrada, consistió en buscar un especialista que revisara los análisis de comparación, las bases teóricas y realizara la aprobación respectiva. Para el caso de la “Epidendrum Ceticaudatum” el especialista que dirige la revista del Herbario AMO y la persona que avaló esta especie trabajan en conjunto, lo cual permitió mayor rapidez en su publicación. 

Sobre los procesos de patentes en casos como el hallazgo de la nueva orquídea, Boris Villanueva expresó que una especie que es descubierta no se puede patentar ya que lo que se hace es descubrirla mas no crearla, es decir que no hay construcción de conocimiento sino un descubrimiento. En  el caso de la comercialización, sostuvo que las orquídeas están protegidas por la convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora (CITES) que evitan que sean comercializadas. Igualmente manifestó que el descubrimiento de esta nueva especie, además de ser un aporte científico, representa un aporte a la biodiversidad de Colombia y según él, puede servir como plataforma como estudios de conservación y pueda ser involucrada en los trabajos con la comunidad.

Por su parte Milton Rincón González, quien actualmente termina su trabajo de tesis sobre el tema de las orquídeas del Cañón del Combeima, manifestó la importancia de dar a conocer el hallazgo y los lugares en los que se encuentra la nueva planta como el caso del caserío de las brisas, pues según él, es una localidad que está expuesta a la perturbación, al cambio de los ecosistemas y es posible que estas nuevas especies desaparezcan.

Los investigadores de la UT, también expresaron su agradecimiento por el apoyo de la Universidad del Tolima, especialmente a la Facultad de Ingeniería Forestal, al profesor Omar Melo, y el botánico Cyrill Nelson de Honduras, quien aportó sus conocimientos y su experiencia para la asignación etimológica del nombre de la nueva especie.