Comunidad del barrio 7 de Agosto de Ibagué alerta sobre riesgos y necesidades urgentes
En una nueva conexión con Ecos del Combeima, desde el emblemático Barrio 7 de Agosto en la comuna 2 de Ibagué, se puso de manifiesto una situación preocupante que requiere atención inmediata. Don Jairo Balbuena, Presidente de la Junta de Acción Comunal, comparte con nosotros una problemática que afecta a sus vecinos y que merece ser visibilizada.
Este barrio, que ofrece una vista panorámica de la ciudad, nuevamente se convierte en el centro de atención debido a una cuestión vital: el suministro de agua potable. Según Balbuena, hace aproximadamente un mes, el IBAL realizó un arreglo en la tubería que abastece a la parte alta del barrio. Sin embargo, esta solución improvisada ha generado más inconvenientes que soluciones.
El uso de cadenas antiguas y el método empleado para el arreglo han dejado a los residentes en la parte alta del barrio con un suministro de agua irregular e insuficiente. Jairo Balbuena explica que las familias pasan hasta 20 días sin agua potable, lo que afecta gravemente su calidad de vida. Además, cuando llega el agua, la presión es tan baja que no satisface las necesidades básicas.
Esta situación, que tiene lugar en la carrera 16 con calle 13, es agravada por la topografía del terreno. La comunidad vive en una zona de escaleras, donde el acceso y la evacuación en casos de emergencia pueden ser difíciles. Algunas viviendas, como alerta Jairo, son construcciones improvisadas en terrenos no regulados, lo que aumenta los riesgos en caso de deslizamiento o lluvias intensas.
La problemática se multiplica al recordar la presencia de familias vulnerables en el barrio, incluidos niños y adultos mayores. Don Jairo hace un llamado a las instituciones para que visiten el lugar y comprendan la realidad que enfrentan los habitantes. Además, señala la acumulación de factores de riesgo, incluida la tala de árboles y la posible erosión, que podrían desencadenar situaciones peligrosas.
La comunidad del barrio 7 de Agosto solicitó la intervención de la Oficina de Gestión del Riesgo de la Gobernación, y un funcionario ya ha evaluado la situación. Según Balbuena, emitió un documento que alerta sobre la necesidad de abordar de manera urgente la problemática de construcción y riesgo en el área.