Luego de casi tres años de espera, este jueves finalmente comenzó el juicio contra el mayor de la Policía Nacional, Jorge Mario Molano Bedoya, acusado del homicidio agravado de Santiago Murillo. Este trágico suceso tuvo lugar el 1 de mayo de 2021, en el contexto de la Protesta Social.

La audiencia, que se llevó a cabo en horas de la tarde, tuvo lugar en el Juzgado Tercero Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Ibagué, en donde asistieron Molano Bedoya, los padres de Murillo y el fiscal Mario Burgos, entre otros.

El juicio inició con una detallada exposición por parte de la Fiscalía de su teoría sobre los hechos ocurridos aquella noche de mayo. El objetivo es demostrar la responsabilidad del mayor en retiro en el asesinato del joven ibaguereño.

El fiscal anticipó la presentación de una serie de evidencias de diversas índoles, con las cuales pretende probar que el proyectil que causó la muerte de Murillo provino del arma de Molano, contradiciendo cualquier intento de atribuir la responsabilidad a otra persona.

"Determinándose señor juez, a nivel de experticia balística, que el arma que fuera utilizada para causar la muerte del joven Murillo era el arma de dotación que tenía el señor Jorge Mario Molano", afirmó el fiscal durante su intervención.

Además, señaló que, presuntamente, se desconocieron los protocolos de manejo de protestas públicas y de derechos humanos.

"Lo que probará la Fiscalía, es que siendo las 8:44 p.m., evidenciándose a través de las cámaras, es que ya no existe el más mínimo peligro, ni para el oficial, ni para los agentes. (…) Se probará, más allá de toda duda razonable, que Molano 'El Pistolero' observa pasar en el carril subiendo a una tanqueta de la Policía Nacional y en el carril bajando unas tres personas que se dirigían a las marchas. Tras de ellos, una persona que de forma inocente venía caminando despacio. (…) De manera desprevenida, es allí sobre las 8:45 horas que nuestro pistolero esgrime, desenfunda su arma de fuego y dispara en contra de la víctima", relató el fiscal.

Por su parte, el abogado defensor de Molano Bedoya, José David Díaz, insistió en la inocencia de su cliente, argumentando que en el momento en que Murillo recibió el disparo, el mayor ya no se encontraba en el lugar de los hechos. Según su teoría del caso, hay pruebas que así lo demuestran.

No obstante, se reconoció que el entonces Mayor Molano detonó su arma con supuestos fines disuasorios, asegurando que no hubo ninguna persona herida y que estos disparos no tuvieron relación con la muerte de Santiago Murillo.

El juicio continúa.