Familias afectadas por desbordamiento del río Combeima en septiembre pasado denuncian que no les están entregando subsidio y volverían a ocupar la ribera
Se trata de 24 familias que debieron ser evacuadas tras el gran desbordamiento y las afectaciones generadas por el río tutelar de Ibagué en medio de la temporada de más lluvias del segundo semestre del año anterior, estas personas ocupaban la ribera izquierda del río Combeima y se trataba d casas hechas en guadua, esterilla, tejas de cinc, algunas en ladrillo o bahareque, las cuales se convertían en uno de los tantos asentamientos del sector.
Tras la situación invernal y luego de censarlos, fueron trasladados a albergues temporales y se les ofreció por parte de los entes gubernamentales que se les iba a apoyar con subsidios para arriendo a un precio de $300 mil mensuales, lo cuales serían girados trimestralmente para un total de $900 mil, sin embargo, afirman que sólo han recibido el primer apoyo y en estos momentos su situación es preocupante al no tener para donde coger porque los arrendadores los están corriendo al no recibir pago.
“La problemática en el barrio Industrial es muy preocupante porque estas familias perdieron sus enceres y sus cosas materiales en esa creciente y a la fecha están pendientes del auxilio por parte de la Unidad Nacional del Riesgo y Desastres a nivel nacional con los arriendos de cada tres meses por $900 mil, desde diciembre se entregó la documentación y a la fecha no han vuelto a recibir esos pagos, hay preocupación, inconformidad e incertidumbre ante este tema, agradecemos si nos pueden colaborar para tener más información, a pesar que ya hemos cursado los derechos de petición ante las entidades y hasta el momento no hemos obtenido respuesta”, expresó Katherine Bernal, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Industrial.
Mientras tanto, afirman las personas afectadas que no ha sido posible que les respondan a sus peticiones por parte de las entidades oficiales y que la única opción que tendrían sería la de volver a ocupar la ribera del río Combeima pues ya no tienen cómo responderles a sus arrendadores y además la mayoría de ellos no tienen u ingreso estable o un trabajo que les dé para pagar un arriendo, muchos se dedican a las ventas ambulantes, tienen hijos pequeños algunos son adultos mayores que no tienen quién vele por ellos.
“Yo soy madre cabeza de hogar, tengo 6 hijos, la mayoría están pequeños, no los he podido volver a enviar ni a la escuela porque no tienen ni zapatos y lo que me gano es muy poquito como ambulante en los semáforos, vendiendo dulces no me alcanza para nada”, contó a este medio Nini Johana Borja quien además convive con dos nietos en una casa que arrendaron temporalmente de la cual fueron desalojados por falta de pago.