Ante la gran cantidad de cables que se observan a lo largo y ancho de la ciudad, Ecos del Combeima consultó con las entidades encargadas acerca de la posibilidad de subterranización y las alternativas existentes para eliminar la contaminación visual y el peligro que generan las redes de cableado. 

Frente al tema, Mauricio Lasso, gerente de Celsia en el Tolima, mencionó que la empresa ha venido adelantando acciones para despejar la ciudad, sin embargo, afirmó que subterranizar es muy costoso, teniendo en cuenta que "subterranizar una red existente es muy complejo", ya que consiste en desmontar las redes existentes en funcionamiento y ponerlas debajo de tierra lo que generará mayor trabajo.

Así mismo, mencionó que es obligación de todos los operadores de red electrica prestarle el espacio a los cableoperadores y expresó que, pese a que debería haber un control debido a que muchas empresas han dejado muchos cables y realizar todo el inventario no es un proceso que se desarrolle y "bajar lo que no está autorizado es un trabajo amplio". 

Por su parte, la secretaria de Planeación de Ibagué, Dora Montaña, manifestó que para realizar nuevas intervenciones que no sean subterranizadas solo pueden hacerse si fueron aprobadas previa existencia del POT, pero en la actualidad, a través de las mesas de trabajo que se adelantan con las empresas prestadoras de servicios, se insta a las mismas a realizar la transición y subterranización de los cables.

Igualmente, agregó que no adelantan ningún proceso contra las empresas, teniendo en cuenta que deben partir de la legalidad, "pero nosotros no tenemos control urbano, ni acciones policivas, ni facultad sancionatoria e investigativa para accionar contra las empresas", y expresó que, el único mecanismo con el que cuentan es con el POT y con este, se basan para no otorgar ninguna licencia o permiso para estas actividades.

A su vez, Daniel Jaramillo, gerente de la Gestora Urbana, se refirió a las responsabilidades de las empresas e indicó que, gran parte de la posteria es de Infibagué y otra de Celsia y que dentro de su competencia, la cual está enmarcada en la construcción del Bulevar de la Quinta, vienen realizando un trabajo articulado con la empresa de energía para que la subterranización sea acorde a lo que necesita la ciudad. 

En cuanto al peligro que representa el cableado para la comunidad, el gerente de Celsia señaló que desde que se instalaron en la ciudad, la apuesta ha estado enmarcada en mejorar la calidad del servicio y que más allá de enfocarse en temas estéticos como la 'maraña' de cables, los esfuerzos están volcados en mejorar la confiabilidad y la calidad.

Además agregó que, muchas de las viviendas se construyen sin los permisos correspondientes y eso genera graves afectaciones tanto locativas como a la integridad de las personas, razón por la que hace un llamado a los residentes de las viviendas a que actúen en el marco de la legalidad. 

Finalmente, la secretaría de Planeación de Ibagué sostuvo que pese a que los cableoperadores y la empresa de energía tienen licencias independientes, adelantar acciones como la subterranización sería un proceso lento, costoso y que depende en su gran mayoría de la voluntad de los prestadores de servicio.