Sigue dando de qué hablar el sistema de acueducto y alcantarillado en la ciudad de Ibagué, esta vez la problemática se traslada al barrio Alaska, denuncia la comunidad que hace casi un año los malos olores, provocados por una ruptura en uno de los tubos de aguas negras, estarían proliferando enfermedades e insectos en el sector.

Según Luz Estela Ospina, presidenta de la junta de acción comunal, el reguero de estas aguas residuales ha generado una lama sobre la vía, lo que estaría provocando accidentes entre los transeúntes que a diario pasan por el sector y que debido a la inestabilidad del suelo terminan cayendo y en el peor de los casos con fracturas en su cuerpo.

Debido a la fetidez producida por estos residuos los habitantes del sector tienen que mantener con las ventanas y puertas cerradas, para proteger la salud de niños y adultos de la tercera edad, vulnerables a infecciones respiratorios o enfermedades transmitidas por mosquitos. El desorden de las basuras es otra problemática, pues algunos habitantes de calle que escarban entre las bolsas terminan dejando regados muchos de los residuos que van a parar a las alcantarilla generando taponamiento.