El aparente incremento de los accidentes de tránsito en la capital del Tolima revive la discusión en torno a los reductores de velocidad como herramienta que podría fortalecer la seguridad vial, pero que a la vez afectaría el tráfico vehicular con tiempos de desplazamiento mucho más prolongados.

Avenidas principales han sido protagonistas durante los últimos meses por cuenta de la siniestralidad. Sin embargo, a raíz de sus dimensiones y características de conexión entre puntos estratégicos, algunos consideran que resulta inviable afectar sus flujos con la instalación de esos dispositivos.

Luis Lotta, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, manifestó que los reductores representan una pieza fundamental a la hora de mitigar los accidentes en aquellas zonas en donde predomina la presencia de peatones y ciclistas como actores más vulnerables por su exposición en las vías.

“Se instalan algunos dispositivos como resaltos que nos ayudan a disminuir la velocidad  en puntos críticos, este tipo de instrumentos contribuyen a que los usuarios vulnerables puedan pasar de manera segura”, sostuvo el funcionario en el marco de la discusión vigente en esta capital.

Recientemente, la Secretaría de Movilidad de Ibagué anunció la instalación de nuevos reductores, pero en zonas residenciales y compuestos por tres bandas continuas en concreto.