No habrá, por ahora, la tan anhelada piscina olímpica con talla internacional en la Unidad Deportiva
Hoy las piscinas olímpicas de la calle 42 es la hecatombe de un tsunami anunciado, donde la ingeniería del tercer milenio nos dejó en ruinas.
Los diseños y la corrupción en el tema y otros varios, vienen fallando desde la administración del presidiario del centro de reclusión del Espinal, que luego se prolongaron en la administración del tirano y violador de libertad de expresión, el culebrero de Guillermo Alfonso Jaramillo, donde volvieron a cometer actos de corrupción liderados por el IMDRI a la cabeza de la profesora Diana Cepeda, quien permitió de todo en el tema de las Olímpicas. Allí hubo improvisaciones, señalamientos, intereses personales, francachela y poco trabajo en equipo.
Es increíble que dos administraciones, junto a su grupo de ingenieros, arquitectos, diseñadores, asesores, calculistas, especialistas en todas las ramas de la construcción hayan permitido tan gruesos errores en el diseño, estudios, presupuestos, mala elección de contratistas, interventores, obras mal ejecutadas en mano de obra, materiales, equipos; en fin, hasta los mayas sentirían vergüenza ajena.
Y fuimos claros al afirmar el pasado 8 de julio que la piscina de la calle 42 con carrera Quinta no tiene la medida de 50 metros más con 3 cms, como tampoco tiene los 4 ángulos de 90 grados que se requieren para aspirar a tener el aval mundial.
A eso se suma las fugas en las canaletas y en la base inferior de los muros. El vaso de la olímpica está inservible ya que la tiranía le sacó el agua y la presión de la tierra dañó por siempre el vaso.
El agua realiza una función muy importante que es la de compensar las fuerzas de presión de la tierra. Cuando ésta no esté bien compactada y si llueve, las tierras presionarán contra el vaso.
El ente rector de la natación mundial, FINA, (Frances): Fédération Internationale de Natation, (Ingles): International Swimming Federation) jamás va a avalar un escenario natatorio en un escritorio. Sus delgados deben ir al terreno y asegurarse en el tema de medidas y dimensiones.
¡Los avales en el escritorio no se dan!
¿Qué hay que hacer?
Que los entes de control nos ayuden a buscar salidas en el tema de los dineros que se tienen en los bancos para darle viabilidad a un nuevo proyecto con tecnología tolimense y una veeduría sin tintes politiqueros.
No queremos una obra de restauración o de pañitos tibios, porque a la vuelta de 3 años tendremos otro mamut.
Llegó la hora de pensar en los deportistas y en el beneficio de un nuevo complejo acuático en la carrera Quinta con calle 42, que nos servirá para los próximos 70 años.
Pero seguramente ya salen al paso y dirán: "Pero Helmut, les vamos a construir un nuevo complejo acuático en el Parque Deportivo".
Ese es otro tema que también lo tenemos aquí en la agenda porque lo que quieren construir allá en el Parque Deportivo no lo necesitamos de esas dimensiones, porque será un nuevo mamut blanco para la historia.
El tema continúa…
Periodismo independiente - Periodismo Inclusivo - Periodismo Global.