Ante las denuncias relacionadas con el presunto incumplimiento de protocolos en taxis y busetas de la capital tolimense, la Alcaldía de Ibagué anunció mano dura para garantizar que el transporte público acate todas las medidas dispuestas por las autoridades para combatir la pandemia.

“Hemos dispuesto retomar unos operativos que consisten en hacer control de aforo a los sitios de rumba”, dijo el secretario de Gobierno, Óscar Berbeo, es así como el comercio nocturno también recibirá vigilancia permanente a través de la Policía Metropolitana.

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Según Berbeo, conductores de taxi y buseta que no garanticen el cumplimiento de todos los protocolos de bioseguridad, serán sancionados con multa e inmovilización del vehículo. Por tal motivo, pidió no buscar alternativas de solución posteriores mediante contactos en la Secretaría de Movilidad.

“Seremos inflexibles, es una instrucción del señor alcalde y en ese orden de ideas actuaremos. Va a ser un control muy duro y muy estricto, apenas comience el control no habrá marcha atrás, se pueden arrodillar y no va a haber perdón. Al que esté violando el aforo en la buseta se la inmoviliza su carro”, puntualizó.

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Además de esos anuncios, el Gobierno Municipal también advirtió que recurrirá al uso de la fuerza si resulta necesario para garantizar la libre movilidad en las vías luego de permanentes bloqueos.