Mientras el alcalde Andrés Fabián Hurtado destaca que van más de 15 días sin acciones violentas en medio de las manifestaciones, los comerciantes de la calle 60 continúan advirtiendo que el bloqueo de vías los tiene al borde de la quiebra, y en consecuencia, los empleos que generan tampoco estarían garantizados.

Además de inhabilitar los puntos de concentración masiva, ahora algunos grupos reducidos de jóvenes han optado por cerrar carreteras aledañas en las cuales no se desarrollan las expresiones sociales de las mayorías, es así como el colapso de la movilidad ha venido ganando protagonismo ante la mirada aparentemente negligente de las autoridades.

'Sin Dios ni ley'

Bajo el amparo de la garantía del derecho a la protesta, la Alcaldía de Ibagué poco o nada hace por recuperar las vías que a diario son obstaculizadas en diferentes sectores de la ciudad, y la premisa de respeto por los derechos al parecer no aplica para quienes también en su legítima decisión prefieren continuar con sus actividades personales o laborales.

Atravesar el casco urbano se convirtió en una odisea diaria que tienen que padecer los miles de ciudadanos que han decidido no hacer parte de las manifestaciones, regresar a casa ahora implica un periodo mucho más extenso e incierto, y mientras tanto el Gobierno Municipal brilla por su ausencia.

SOS institucionales

El pasado 14 de mayo, la Federación Nacional de Comerciantes en el Tolima les pidió a las autoridades que así como se garantiza el derecho a la protesta, también se les brinden condiciones a las personas que no marchan y que a cambio prefieren continuar ejecutando sus actividades productivas en medio de las dificultades causadas por los cierres viales.

Por su parte, Hurtado dijo que "la Fiscalía debe intervenir para que judicialicen a los que bloqueen las vías. Así como hay derecho a la protesta, también los ciudadanos tienen derecho a moverse libremente (...) la seguridad no se negocia, el bloqueo no se negocia, la movilidad de la gente libre no se negocia".

Palabras al aire

Las contundentes declaraciones del mandatario al parecer solo fueron 'palabras al aire'. Justo ahora se lleva a cabo un nuevo cierre sobre la 5a en inmediaciones de la 60, y mientras tanto la Secretaría de Gobierno en cabeza de Carlos Andrés Portela, y la Policía Metropolitana presuntamente se mantienen como simples espectadores.