Los vecinos y transeúntes frecuentes del sector de la Avenida Quinta entre calles 35 y 36 ven con preocupación, como a diario se ubican sobre los andenes de la cuadra en el colegio San Simón, mujeres de una etnia indígena que junto a menores de edad, algunos de brazos y otros que se movilizan y juegan por la zona, acuden a la caridad pública para solicitar dinero o ayudas de cualquier índole. 

Pero manifiestan los vecinos y peatones de la zona, que además del constante cuadro de mendicidad y vulnerabilidad que muestran estas personas, la problemática se acrecienta con la utilización que hacen de los espacios públicos aledaños como baño público donde realizan en los andenes, árboles y las entradas de algunas construcciones, sus necesidades fisiológicas lo que genera malos olores y riesgos en la salubridad. 

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“El problema que se presenta en inmediaciones del Colegio San Simón es porque una serie de indígenas con niños se acomodan a lo largo del andén a pedir limosna, sometiendo a los niños a esta situación, además cuando se les presentan necesidades coprológicas vienen frente a la casa mía y otras del sector a desarrollar esa actividad generando problemas de insalubridad y malos olores, hacemos un llamado al Bienestar Familiar, a la Secretaría de Desarrollo Social, a infancia y adolescencia para que realicen las acciones pertinentes para superar esta situación por la cual pasan estos niños, ellos en medio de su inocencia, no saben el mal que se están haciendo y los padres no saben o no son conscientes del mal que le hacen a esos niños”, expresó el señor Jorge Castellanos, residente en San Simón Parte Alta.

Econoticias se comunicó con la Secretaria de Desarrollo Social de Ibagué, Francy Liliana Salazar, quien manifestó que con personal de su dependencia entrará a analizar esta situación que por demás es muy compleja dadas las características y el trato que por ley se debe de dar a esta población pero que también se debe de trabajar de manera interinstitucional con el fin de hacer prevalecer y  proteger los derechos de estos niños.

Escuche testimonio Jorge Castellanos: