En una rueda de prensa ofrecida en Ibagué, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, lanzó fuertes críticas a la gestión de la Unidad de Salud de Ibagué (USI), señalando la presencia de politiquería que estaría afectando el funcionamiento de esta institución. El funcionario pidió a la alcaldesa de la ciudad designar a un líder comprometido con la recuperación del hospital, alejándose de intereses políticos que, según él, entorpecen el progreso de la entidad.

"Le pido a la señora alcaldesa que nombre a una persona que realmente esté interesada en recuperar el hospital. No podemos permitir que continúe la politiquería, porque esto afecta directamente el servicio que se le presta a la comunidad", expresó Jaramillo, quien destacó que la situación actual dificulta el apoyo del gobierno nacional.

El ministro recordó que, durante su administración como gobernador del Tolima, entregó el hospital regional "en óptimas condiciones y funcionando adecuadamente", y manifestó su preocupación al observar que los problemas en la USI persisten. "Estoy dispuesto a ayudar, como siempre lo he hecho, pero si veo que las cosas siguen igual, no puedo colaborar mientras predominen los mismos vicios de siempre", afirmó.

En relación con los recursos asignados a la institución, Jaramillo garantizó que los $10.000 millones destinados a remodelaciones están asegurados mediante resoluciones y registros presupuestales. Sin embargo, explicó que la falta de recursos disponibles en el país podría retrasar el desembolso. "Si no se paga este año, se hará al inicio del próximo. Lo importante es que esos fondos ya están direccionados para mejorar las instalaciones de la USI", aclaró.

El ministro fue enfático en señalar que la recuperación de la USI depende tanto del apoyo financiero del Gobierno Nacional como de una gestión eficiente y libre de intereses políticos a nivel local. "No podemos permitir que los problemas administrativos sigan siendo un obstáculo para prestar servicios de calidad a la población", agregó.

Finalmente, Jaramillo reiteró su compromiso con la salud pública, pero advirtió que cualquier intento de politizar la gestión de la USI podría limitar la ayuda del Ministerio. "Mi prioridad es que los hospitales funcionen para la gente, no para los intereses de unos pocos", concluyó el minsalud.