Continúa la afectación al bolsillo de los propietarios de busetas de la ciudad de Ibagué por cuenta de las medidas que se han adoptado para enfrentar la pandemia del Coronavirus.  

En el gremio se afirma que en la Alcaldía no los han atendido, que están trabajando a perdida, por eso solicitan que se aumente la capacidad transportadora y se establezcan diálogos entre las partes para no apagar los motores.

Según Hernán Quiñones, gerente de SITSA, los dueños los vehículos que prestan el servicio de transporte en reuniones han manifestado que la situación que se está presentando podrirá llevar a la quiebra a este gremio.

“Ellos buscan que la administración los reciba, que se establezcan diálogos, están dispuestos a marchar porque la economía esta crítica, situación que afecta al gremio”, dijo Quiñones.

En la actualidad solo se está programando cerca de 600 busetas, pero al final del día cerca de 500 vehículos salen a circulación.

“El parque automotor está operando en un 50% neto considerando las rutas que se han habilitado y por el número de pasajeros que se tiene aprobado para los recorridos. Por todo esto se espera que se logre una reunión con la administración municipal para abordar la problemática”, mencionó el dirigente gremial.  

Por otra parte, en la actualidad solo 70 mil pasajeros se están movilizando en la ciudad, hasta el mes de marzo en la capital del Tolima previo al COVID-19 se movían aproximadamente 225 mil personas a través del transporte público lo que representan una disminución cercana al 30%.