Una intensa discusión se desarrolla en el Aeropuerto Perales, donde la Asociación de Taxistas del Aeropuerto Perales, una entidad legalmente constituida y regulada por la Secretaría de Tránsito y Movilidad, se enfrenta con el gerente del aeropuerto. Según denuncias, el gerente, al parecer estría favoreciendo a un grupo de taxistas conocido como "Plan B", permitiéndoles operar junto a los taxistas de la asociación Aerostape.

Aerostape, conocida por su buen servicio y organización, ha cumplido con todas las regulaciones y permisos necesarios para operar en el aeropuerto. Sus miembros están debidamente uniformados y han mantenido un sistema de turnos organizado que asegura un servicio eficiente. Sin embargo, el reciente cambio impulsado por el gerente implica mezclar a los taxistas de Aerostape con los de Plan B, alterando el orden establecido.

Plan B es un grupo de taxistas que recoge a los pasajeros excedentes cuando no hay suficientes vehículos disponibles del aeropuerto. Aunque deben respetar los turnos de Aerostapé, la nueva directriz del gerente parece ignorar esta regla, generando tensiones entre las dos asociaciones.

Además, se ha reportado que el gerente está obstaculizando los operativos contra el transporte informal dentro de la terminal aérea, lo cual ha causado malestar entre los taxistas regulados y sus representantes. Esta situación ha llevado a varios enfrentamientos entre el gerente y la asociación Aerostape, y ha suscitado acusaciones de favoritismo hacia personas cercanas al gerente, en detrimento de las asociaciones legalmente establecidas.

Debido a esta controversia, existe la posibilidad de que el aeropuerto sea bloqueado por los taxistas hasta que se encuentre una solución que respete los derechos adquiridos por Aerostape y se mantenga el orden en la prestación del servicio de taxis en el aeropuerto.