Tras los informes dados a conocer a través del programa La Red del Canal Caracol, se hizo visible a nivel nacional el estado de postración y abandono por parte del estado, la EPS Coomeva, Acinpro y demás entes para con el maestro Álvaro Villalba quien padece dolencias que a sus 87 años le han afectado su calidad de vida.

Tras la ola de indignación y las reacciones generadas al tratarse de una de las glorias de la música colombiana puesto que Álvaro Villalba, junto a Rodrigo Silva, interpretaron y difundieron éxitos que hemos cantado los colombianos como Pescador Lucero y Río, Al Sur, Oropel, Llano Grande, Tolima Grande, Viejo Tolima y muchos más, Econoticias dialogó con Cecilia Arciniegas, su esposa quien en medio de su situación enfermedades se ha convertido en su soporte y ‘ángel de la guarda’, para conocer qué ha pasado tras las publicaciones y los anuncios que sobrevinieron.

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“La salud del maestro es estable, pero requiere de enfermeras que lo atiendan día y noche, en estos momentos no las tiene, quién está con él las 24 horas, soy yo, mi día a veces lo tengo que iniciar a las 12 de la noche o a las 4 de la mañana cuando despierta pero me toca estar pendiente y atenta, sobre lo que se dio a conocer a través de la Red he tenido mucha solidaridad de la gente especialmente de los amigos cercanos y los artistas que lo conocen, un señor vio el programa y a los días me llamó y me dijo que le iba enviar una cama ortopédica y acá llegó con su colchón y todo, le agradezco todo ese apoyo, el dueño de una fábrica de colchones se nos puso a la orden pidió el número de la cuenta de él, le envió un ramo de flores y frutas y estamos pendientes de lo que le anunció, el alcalde de Ibagué envió un médico, lo valoró y dictaminó la necesidad de enfermera las 24 horas pero no ha sido posible que Coomeva le brinde este servicio hasta el momento”, expresó doña Cecilia.

Afirma que el maestro Villalba ya no se puede valer por sí solo que es prácticamente como un bebé, no puede ir al baño por su propia cuenta, no se puede bañar, tiene su lado izquierdo completamente inmovilizado, hay que alimentarlo y que ni siquiera ha sido posible que la EPS Coomeva le envíe unas terapias que le ha solicitado a los médicos que le envían para revisarlo mensualmente.

“Acá el alcalde envío un médico a que lo mirara, pero la secretaria de salud dijo que eso requería un trámite muy largo para que por lo menos tenga una enfermera por parte de la alcaldía, eso lo estamos necesitando urgentemente, yo contraté una por mi cuenta y Acinpro se comprometió de dar un millón de pesos y debemos hacer una cantidad de trámites que no han sido posibles porque por una parte, no tengo conocimiento de cómo hacerlos y por otra, no tengo el tiempo y la forma porque a toda hora debo estar junto a él, por ejemplo, necesito que alguien de una notaría venga para que me autorice un poder y no ha sido posible”, agregó.

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Dijo que no sabe hasta ahora cuáles han sido los recursos que le han enviado desde Acinpro por derechos de ejecución musical o desde otras entidades porque el único manejo que tiene de la cuenta del maestro es a través de la tarjeta débito y debe hacerlo por cajero automático y sólo le está llegando un millón de pesos cada seis meses.

“Vivimos de una tienda que tengo y de ahí tenemos que sacar para la comida porque las utilidades son mínimas, no superan el 20 por ciento, yo me ayudo con otras pocas cosas, vendo recargas y como sea subsistimos porque ese millón de pesos que le envían no alcanza para mucho, serían como 160 mil pesos mensuales y se pagan servicios y demás, así es que es muy difícil sostener la situación”, agregó.

Dijo que Coomeva a cargo de la salud del maestro Álvaro y que como no lo vieron moribundo o como un vegetal, no le autorizaron enfermera 24 horas, que estuvo en un hogar geriátrico, le habían aprobado 600 mil pesos pero Acinpro sólo lo hizo por tres meses y ahora le están pidiendo más trámites y sigue siendo atendido en su casa y bajo su responsabilidad, desafortunadamente este es el fiel reflejo del exceso de tramitología y burocracia en nuestra sociedad, de la paquidermia y la falta de acción de quienes deben atender y velar por quienes le han dado lustre y grandeza a nuestra identidad.