El alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo 'sacó pecho' en su momento por la retoma comercial del IBAL, pues de esa manera se pretendía aumentar el recaudo para robustecer su músculo financiero. Sin embargo, hoy en día el panorama parece que no era como se 'pintaba' por parte de la Administración Municipal.

“La retoma comercial va muy bien, el reporte que nos da la jefe comercial nos indica que estamos superando los $5.600 millones de recaudo, es decir, como si estuviésemos trabajando con un tercero, pero lo hacemos con nuestros empleados", dijo José Alberto Girón el 17 de octubre del año pasado cuando oficiaba como gerente.

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No obstante, la salvedad que hace el ingeniero en el cierre de la cita publicada en el portal web de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, terminó convirtiéndose en un escenario no muy distante de la realidad, pues son precisamente los terceros los que han venido ganando protagonismo.

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En la misma publicación hecha por la oficina de prensa del IBAL, se relacionan supuestos "resultados positivos" tras haber asumido en propiedad actividades como lectura de contadores y corte y reconexión del servicio, las mismas que ahora funcionan gracias a millonarios contratos ejecutados con recursos públicos.

La mencionada lectura de contadores en el balance positivo hoy se realiza gracias a los casi $300 millones que le pagó el IBAL a PYG SAS por el alquiler de los equipos que permiten tomar el registro del contador, y las actividades de corte y reconexión se ejecutan con base en un contrato de $150 millones firmado con Ingecom por el préstamo de "herramientas de ferretería".