Las malas relaciones del alcalde Jaramillo al parecer no están determinadas únicamente por el Concejo, los transportadores, los gremios económicos, la bancada tolimense en el Congreso de la República y algunos medios de la región, sino también por una de las principales organizaciones sindicales de la Alcaldía.

Desde Asoempubli se le reprochó al mandatario local el aparente derroche del recurso público por concepto de arrendamientos, y además se denunció que el alquiler de otras instalaciones tampoco ha surtido efecto para contrarrestar el supuesto hacinamiento que se estaría presentando en algunas dependencias.

“Los nuevos edificios que se han contratado no han servido para cumplir las expectativas”, dijo el presidente de la Asociación de Empleados Públicos de la Alcaldía, quien además les hizo un llamado a los actuales candidatos para que se contemple la posibilidad de construir un edificio inteligente como obra prioritaria.

Según Hoyos, la ejecución de ese proyecto disminuiría los costos de funcionamiento del Gobierno Municipal y generaría condiciones de trabajo mucho más favorables para los empleados, máxime cuando se llevó a cabo un proceso de reestructuración de la planta que involucró la creación de nuevos cargos.