El presidente del Concejo de Ibagué, Juan Pablo Salazar, fue claro al manifestar que si no hubieran existido diferencias entre el alcalde y el gobernador, hoy la ciudad gozaría de diferentes obras de infraestructura que se quedaron en proyecciones que nunca alcanzaron la ejecución.

“El señor alcalde quería predominar políticamente”, dijo Salazar, quien mencionó algunas apuestas que generan beneficio para la ciudad, pero que finalmente fueron financiadas por los mismos ibaguereños, situación que al parecer pondría en evidencia la falta de gestión de recursos.

El cabildante manifestó que una verdadera actuación loable de Jaramillo hubiera estado determinada por la consecución de recursos en el escenario nacional para la construcción de los parques biosaludables, en vez que de recurrir al músculo financiero de los ciudadanos.

“Hay que ser muy coherentes y muy precisos en cómo analizar ese tipo de situaciones de desarrollo económico, quienes han pagado todo en la ciudad son los ibaguereños”, agregó Juan Pablo Salazar, quien además advirtió que no le daría ‘luz verde’ a los proyectos que presentaría nuevamente la Secretaría de Hacienda.

Entre tanto, el concejal Luis Alberto Lozano reprochó nuevamente que tras casi cuatro años de uno de los peores escándalos de corrupción en la ciudad, no se haya llevado a buen término la ejecución total de los trabajos, máxime cuando al parecer desde el Concejo se han brindado todas las garantías.