Con el objetivo de que la Unidad de Salud de Ibagué pueda pagar parte de los pasivos laborales y de la cartera con proveedores, la Alcaldía hará efectiva una transferencia de $2.500 millones que también evitará la necesidad de recurrir a créditos para cumplir con dichas obligaciones.

Según comunicado de prensa del Gobierno Municipal, las deudas de la USI obedecen a los malos manejos administrativos que tuvo la entidad hasta antes del 2016. Así las cosas, la transferencia permitirá cubrir al menos un 70% del saldo negativo que a la fecha aparece en el reporte.

“Continuaremos con el plan de saneamiento fiscal complementario y gestionaremos nuevos recursos”, dijo la secretaria de Salud de Ibagué, Johanna Barbosa. No obstante, pese a la deuda vigente, la entidad al parecer ha venido evidenciando una evolución de su economía.

Barbosa destacó que además del trabajo administrativo, la USI está avanzando en el fortalecimiento de la red de servicios. La activación de las rutas de salud mental y la atención materno-infantil son algunas de las apuestas con las que se pretende beneficiar a la comunidad de la capital tolimense.