La Contraloría de Ibagué dio a conocer que la investigación de la polémica fase l del Acueducto Complementario se hará mediante auditoría express y no en el marco de la agenda de auditoría general que inicialmente se tenía prevista dentro de las dependencias del Gobierno Municipal que pasarán por el filtro del organismo de control.

Según el contralor Ariel Augusto Medina, la celeridad en las investigaciones obedece a las denuncias realizadas por El Nuevo Día y la solicitud hecha por el mismo gerente del IBAL, Carlos Fernando Gutiérrez, quien –bajo órdenes de Guillermo Alfonso Jaramillo- le pidió al organismo de control intervenir con el fin de revalidar la transparencia de los procesos contractuales que allí se adelantaron.

Econoticias conoció que el pasado viernes el ingeniero Luis Fernando Díaz, uno de los que dejó al descubierto las presuntas inconsistencias de la cuestionada obra, rindió versión libre con sustento de material probatorio, mientras que el IBAL estaba citado en la tarde de ayer para que hiciera lo propio.

“Tenemos varias dudas y dentro de ellas está si el contrato actualmente se encuentra en ejecución o ya está terminado. Necesitamos que se haya efectuado pagos, anticipos, abonos al proceso para poder verificar, o si no la liquidación del mismo. Hasta ahora parece que existe una adición al valor inicial, entonces es lo que debemos entrar a determinar”, argumentó Ariel Augusto Medina.

El contralor municipal concluyó indicando que el principal sustento del ingeniero Díaz radica en que el contrato comprendía como obra primaria la estabilización de la banca; sin embargo, luego de que se fuera el terreno, el Gobierno -en una jugada presuntamente irregular- trasladó dicho ítem al compendio de obras complementarias mediante adición de recursos.